Bruce Nauman, Indiana,1941.



viernes, 20 de febrero de 2009

LA EVA DE GISLEBERTUS EN AUTUN interpretada por JEANNE HERSCH

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Catedral de San Lázaro de Autun. Pórtico. En el tímpano: El Juicio Final.



Autun, la bella ciudad francesa es uno de los centros de la escultura románica europea.Enclavada en la región de Borgoña,   donde la  poderosa abadía de  Cluny, impartía doctrina a través de las imágenes a una población analfabeta. Ya  en la primera mitad del siglo XII, los benedictinos de Cluny habían perdido poder y estaban siendo sustituidos  en la dirección espiritual  de Occidente, por los benedictinos   de el Cister. A través de los  monasterios de Citeaux y Claraval -que impulsaba el impetuoso San Bernardo- emergía un nuevo estilo, el Gótico  relacionado con el  desarrollo económico que favorecía la vida urbana y el humanismo incipiente de las escuelas catedralicias.


En la iglesia de San Lázaro de Autun trabajó, en el primer tercio del siglo XII, uno de los grandes escultores de la Edad Media y uno de los pocos  que firmó su obra, Gislebertus. Gislebertus hoc fecit, consta grabado bajo los pies de Cristo Juez en el tímpano de San Lázaro. 

Autun había sido una lugar importante desde la Antigüedad. Los restos romanos son abundantes: la muralla, el teatro, las puertas monumentales de Arroux y St. André..., modelos de elementos constructivos que pudieron influir directamente en el "clasicismo" y la monumentalidad romana de la catedral románica de San Lázaro.

Entre las esculturas que Gislebertus realizó para la Catedral, es sorprendente y admirable  la EVA que hoy se encuentra en el cercano Museo Rolin. A ella dedica su ensayo Jeanne Hersch



Dentro del interesante libro de Jeanne Hersch ( Ginebra 1910-2000), El nacimiento de Eva publicado por Acantilado,2008,con prefacio de Jean Starobinski, se encuentra el diminuto ensayo (seis hojas), Eva o el nacimiento eterno del Tiempo. Mirando la Eva de Autun (esculpida por Gislebertus entre 1125 y 1135) y adjunta una reprodución del relieve del Museo Rolin.

Este texto  misterioso, filosófico y poético, trae a la memoria toda la obra del maestro de la catedral románica de San Lázaro  y maravilla  la facilidad casi esquizofrénica de este escultor para tratar con igual maestría lo épico,  de intenso pathos trágico y lo lírico más sutil y delicado.

Gislebertus sublime poeta en  piedra,  realizó una de las  Evas más seductoras de  la historia del Arte.

El lugar original del relieve era un  dintel de una de las puertas del transepto de la catedral, pero en alguna remodelación debió quedar desplazado y separado de una posible figura de Adán a la que parece susurrar; hoy está a corta distancia, en el Museo Rolin, porque el Canciller Rolin ,que trescientos años más tarde dirigiría las finanzas de Juan el Bueno Duque de Borgoña, era de la ciudad de Autun y su casa-palacio es hoy el Museo donde reposa Eva.

O mejor donde eternamente se desliza entre la vegetación del Paraíso, ocultándose, a punto de arrancar la manzana que mantiene en la mano, del árbol del bien y del mal pero sin desprenderla, todavía, y aprisionada por la mitad de su cuerpo ,tal vez, como arriesga Hersch por otro árbol, el de Jessé, en cuyas ramas se inscriben los descendientes de Jessé, padre del rey David, que llevan hasta Cristo. Si es así,este árbol sugeriría ,ya, la Redención.


Es un desnudo lleno de gracia e inocencia: Eva, todavía no culpable pero a punto de serlo y sin querer ser consciente de ello, se desliza entre la vegetación del Paraiso escondiéndose mientras alarga la mano hacia la manzana y mira hacia adelante y con la mano en la mejilla susurra, parece ser, a ese Adán que existió pero ya no está.La suavidad de la cabellera desciende por los hombros,y el cuerpo bello y esbelto se completa con un rostro encantador posiblemente coloreado por la consciencia del acto culpable que la arrojará al tiempo y a la muerte.

Jeanne Hersch dice de ella:

"Eva surge. (...)
La Eva de Autun apenas se levanta sobre el codo y las rodillas. Aún no ha tenido tiempo de ponerse de pie, como todas las demás Evas, culpables y expulsadas. Su cuerpo conserva, al surgir, la rigidez de su eternidad original. Las piernas sobre todo, dobladas, no son más que un rígido ángulo de piedra. El torso, recto, no tiene talle. Sin embargo,he aquí que emerge de esa rigidez sagrada. Su encanto se despierta y crece a medida que se remonta a lo largo de su cuerpo, a medida que los senos y los brazos se desnudan de su eternidad, y que el rostro, ya vulnerable, empieza a desear y a temer.

Las demás Evas son culpables primeramente, y luego expulsadas. Ella, en cambio, es expulsada por su misma culpa. Nace de una sola vez a la culpa, al exilio y a la existencia. Esbozo total en un sólo gesto. Nadadora entre dos aguas de eternidad y tiempo(...) 

Eva coge la manzana que todavía cuelga del árbol. Sus dedos se cierran sobre el fruto. No lo mira, lo toma con la mano izquierda, con el brazo tendido detrás de ella, en sentido inverso al de su mirada.No quiere saber nada de esa manzana, ni de su brazo tendido hacia el fruto, ni de la mano que lo coge (...) 

¿Ese tronco es de la serpiente? ¿Dónde está la serpiente?No, no es ese tronco. Se creería, más bien, poder reconocerla algo más atrás: una cola que se levanta y se curva cerca de los tobillos cortados de Eva, una cola que sube, adelgazándose hasta la rama del manzano (...) 

Eva desobediente...la conciencia y el tiempo, el nombre del comienzo, la elección de vivir y saber de la muerte...."

Gislebertus hoc fecit

Gislebertus admira por su calidad escultórica y sorprende por su capacidad para conjugar  la historia terrorífica del Apocalipsis, El Juicio Final, con las imágenes más líricas e ingenuas de la infancia de Cristo. 

Debió disponer de un gran taller pero su estilo es reconocible tanto en el tímpano, y en las arquivoltas como en los capiteles. Junto a la plasticidad de muchas de sus figuras, cuando no se impone un hieratismo rígido y distanciador vaciado de volumen como en la figura gigantesca de Dios-Juez, sorprende una decoración minuciosa que recuerda los trabajos  delicados de la orfebrería.







Lo Épico : El Juicio Final del tímpano.



"La iconografía románica es épica. Concede al Dios hecho hombre y al hombre hecho a la imagen de Dios unas proporciones sobrehumanas, a veces incluso una figura extraña a la humanidad.(...) Escoge la página más extraordinaria y terrorífica de la Biblia [El Apocalipsis] para comentarla y presentarla al pueblo a modo de advertencia terrible. La historia de los últimos días del mundo, anunciada en palabras de fuego..."  Henri Focillon


Gislebertus,  ofrece una imagen de el Juicio Final, terrorífico: un Dios en todo su poder hace sentir el espanto de los condenados  El Cristo-Juez de Autun es una figura gigantesca,a una escala muy distinta del resto de las figuras, en perspectiva jerárquica, totalmente frontal, estilizada, hierática, inapelable.Está sentado en un trono, inscrito en la mandorla : a su derecha un espacio ordenado , el cielo, con lo bienaventurados; a la izquierda el peso de las almas y el Infierno con sus condenados y sus demonios;









en el dintel la  resurreción de los muertos. Hay  figuras  enigmáticas, terroríficas,  como esa cabeza que es atrapada en unas manos gigantescas que surgen desde arriba. A través de esta iconografía se trasmitía la doctrina de un Dios-Juez lejano y terrible impartiendo implacablemente justicia, igual que el señor feudal la impartía a una mayoría de la población de campesinos analfabetos.

Lo Lírico:
Entre los capiteles está La Huída a Egipto. La iconografía es antigua: María y el Niño en un asno y San José dirigiendo la marcha. Pero a pesar de lo conocido del tema, en  Autun sorprende por su  ingenuidad conmovedora. El asno con la pata levantada, en plena marcha, las piedras del camino, círculos ornamentalmente decorativos, El Niño rígido, antinaturalista contrasta con la dulzura de las expresiones, lo que sólo se explica por lo tardío de la obra dentro del estilo románico; San José, como guía decidido y protector de la pequeña comitiva hacia el nuevo país.

El Sueño de los Magos, cubiertos con una misma capa de tejido lujoso con borde recamado, dormidos con sus coronas, y un ángel indicándoles la estrella-flor que les guiará. Una imagen de ingenua simplicidad inolvidable. Abajo los mismos Magos ofreciendo el oro, incienso y mirra... 



Lo trágico:
El ahorcamiento de Judas, Gislebertus inventa unos demonios terroríficos que colaboran con entusiasmo en el ahorcamiento de Judas.  El estilo  expresionista de las figuras contrasta con  el clasicismo romano de los elementos vegetales. 




EL MUSEO ROLIN DE AUTUN

Jan Van Eyck "La Virgen y el Canciller Rolin".1435.ól/tabla. M. Louvre.



El Canciller Rolin,el señor de la casa, del Museo Rolin donde está Eva,ya no reside allí. Se le puede encontrar en el Museo del Louvre,también eternizado frente a la Virgen y el Niño, en un espacio muy amplio, logrado con la perspectiva, empírica, de menor perfección geométrica que la inventada en  Italia, pero prolongada hacia el fondo por la perspectiva aérea, que descubrieron y utilizaron los hermanos Van Eyck por primera vez. 

Los rayos infrarrojos muestran que de la cintura del "ministro de hacienda" pendía una bolsa de dinero, que el canciller, que se había hecho en su oficio inmensamente rico, mandaría suprimir al pintor, no fuera a parecer ostentación provocadora. 

En este cuadrito (66x62cm) con la pericia de Jan Van Eyck y las posibilidades que da el óleo cabe todo: las personas, el amplio paisaje urbano y rural, las texturas de cada objeto,las abundantes telas de Flandes cayendo en fluidos pliegues, los símbolos, todos los símbolos de la Edad Media, que terminará, como dice el historiador Huizinga, cuando detrás de cada cosa representada ya no se encuentre Dios. 

En el Sur, en Italia, en estas fechas ya ha terminado la Edad Media y está avanzando el Renacimiento.

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